Año 2013


«No sé dónde estoy»

Fuente: larazon.es


El Senado pedirá al Gobierno cambios en la ley de Protección de Datos para agilizar el rastreo de los más de 2.500 desaparecidos con alzhéimer en un año. Pulseras y localizadores, una opción en estudio


No sé dónde estoy. Veo el mar». Esto fue lo último que escucharon los familiares de Óscar Blanco cuando le llamaron por teléfono para saber dónde se encontraba. El problema fue que no consiguieron que el juez diera la autorización a tiempo para pedir a la compañía telefónica su última ubicación y así volverlo a ver. Hoy, seis años después, los familiares le siguen buscando, aunque su estado civil sea fallecido. Así relata Flor Bellver, la presidenta de Inter-SOS, la situación tan dura que sufren los familiares de los desaparecidos con alzhéimer. Para evitar que se repitan casos como éste, el Senado está estudiando la posibilidad de pedir al Gobierno la modificación de la Ley Orgánica de la Protección de Datos. «Todos los entes coinciden en lo importante que es modificar la ley en casos humanitarios para agilizar las búsquedas. También se está valorando solicitar su modificación para poder hacer la prueba de la huella dactilar, ya que en la actualidad no se puede acceder al banco de huellas sin autorización de un juez», precisa Luis Aznar, portavoz de la Comisión Especial para el estudio de la problemática de las personas desaparecidas sin causa aparente del PP.


Ahora, «el juez puede tardar dos o tres meses en dar la autorización para que la compañía telefónica, gracias a sus repetidores, informe de la última ubicación del desaparecido con un error de metros», precisa Bellver. «La ley de Protección de Datos es muy restrictiva y, en los casos en los que haya razones humanitarias, debería permitirse al instante, porque ahora depende del juez que puede considerar que el derecho a desaparecer libremente ha de primar», añade. Opinión que comparte el comandante de la Unidad Técnica de la Policía Judicial de la Guardia Civil, Óscar Ignacio Esteban, que fue quien ha llevado a la Comisión esta petición. «Una de mis propuestas es modificar la Ley de Protección de Datos porque cuando hay una denuncia de la desaparición de un adulto al que se ha visto cómo le metían en un coche, el juez da la autorización al instante o como mucho tarda una hora. Pero cuando se pierde una persona con alzhéimer el juez puede concederla o no. Hay jueces y jueces. Y sería bastante útil para tratar de localizar a estas personas».


Algo clave, ya que desde SOS Desaparecidos alertan del «aumento de casos de personas con alzhéimer que se han perdido este año», afirma su coordinador, Francisco Jiménez. «Es muy difícil dar un dato concreto porque no tenemos cifras oficiales, pero te puedo decir que desaparecen de media 2.500 personas con alzhéimer al año, y en 2013 se han denunciado más casos. Es un problema grave que hay que solucionar ya, porque en estos últimos años se ha duplicado la desaparición de personas con alzhéimer en España», asegura Jiménez que estima que «de todas desapariciones con alzhéimer que se producen cada año, 500 se hallan muertas». Este periódico ha intentado contrastar estos datos con el Ministerio del Interior, pero no se han facilitado cifras. Y los diferentes cuerpos no hacen diferencia por enfermedad. «Desconozco si llega a esa cifra. Hasta el pasado viernes tenemos 2.490 desaparecidos (con o sin la enfermedad) sin encontrar, y sólo de las denuncias que nos llegan a la Guardia Civil, faltarían los datos de la Policía Nacional, Ertaintza...». En cualquier caso, «sólo esta semana nosotros tenemos constancia de 16 casos de personas con alzhéimer desaparecidas, de las cuales cuatro se han encontrado muertas», afirma Jiménez. El último, el de Fidentino Reyero, el anciano con alzhéimer desaparecido en Moguer (Huelva) y cuyo cuerpo fue hallado este jueves en la zona de Nazaret. De ahí, la necesidad de actuar al instante, porque en estos casos la rapidez es clave para encontrarlos vivos, como aseguran los expertos.


Demandan un protocolo estatal

Con el fin de evitar los extravíos, el presidente de la Confederación Española de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzheimer y otras Demencias (Ceafa), Koldo Aulestia, que estima que hay 1.200.000 personas en España con alzhéimer, ha pedido «que exista un protocolo no autonómico, sino de carácter estatal, de actuación mediante la sensibilización social y la prevención». «En la actualidad, las pulseras y otro tipo de dispositivos corren a cargo de los familiares y no es coordinado a nivel estatal. Hemos pedido que se ponga en marcha un sistema general y a ser posible subvencionado». Opinión que comparte también Bellver y el comandante de la Guardia Civil. «Los localizadores, como las pulseras, serían muy útiles para encontrar a una persona con alzhéimer. Yo desde luego se la pondría a mi familiar si fuera necesario. Esto permitiría saber dónde está y poner la denuncia en el último sitio donde se sepa que haya estado», afirma Esteban. «No estaría nada mal la implantación de localizadores. Pero también es importante crear un protocolo en caso de desaparición, ya que no lo hay ni a nivel estatal ni autonómico, y que cuando alguien vea a una persona que puede no estar bien acercárse y preguntar, porque puede estar perdido», añade Bellver.


Asimismo, «es importante que se impartan cursos a taxistas, conductores de autobús... para que puedan identificar cuando una persona con alzhéimer se pierde y se centralice toda la información», destaca Aulestia.


Diez señales pueden ayudar a los familiares a identificar la enfermedad, según la Asociación del Alzheimer:

  • Pérdida de memoria que dificulta la vida cotidiana y preguntar lo mismo repetidamente.
  • Dificultad para planificar, resolver problemas o hacer una receta conocida.
  • Dificultad para desempeñar tareas habituales en la casa, en el trabajo o en su tiempo libre.
  • Desorientación de tiempo o lugar. Desconocimiento sobre cómo llegaron allí.
  • Dificultad para comprender imágenes visuales, en leer, juzgar distancias o determinar colores.
  • Nuevos problemas con el empleo de palabras en el habla o lo escrito.
  • Colocación de objetos fuera de lugar y la falta de habilidad para retrocer en el tiempo y recordar dónde los dejaron. Pueden acusar a los demás de robarles.
  • Disminución o falta del buen juicio.
  • Pérdida de iniciativa para tomar parte en el trabajo o en las actividades sociales.
  • Cambios en el humor o la personalidad.

Plataforma de Familias ONU – 2014


El año 2014 ha sido nombrado por la ONU como el año de las Familias. Durante este ejercicio recibimos el ofrecimiento de diversas entidades catalanas relacionadas con la Familia, para integrarnos en la Plataforma que se iba a constituir para trabajar con el objetivo de difundir a diferentes Asociaciones, Entidades y Federaciones relacionadas con la Familia.

 

Inter-SOS ha asistido desde el inicio a las reuniones que se han realizado y a finales de 2012 se constituyó formalmente la Plataforma de la que Inter-SOS forma parte.

El objetivo es difundir la tarea de las diferentes Asociaciones y realizar durante el año 2013 y 2014 charlas, ponencias, intervenciones, etc. y un Congreso sobre las Familias.

 

Se han establecido tres grupos de trabajo, de acuerdo con las líneas marcadas por Naciones Unidas, que son:

  • Familia y Trabajo
  • Familia y Pobreza y Exclusión Social
  • Familia y Solidaridad Intergeneracional

El criminólogo Antonio Cela reivindica el papel de los medios en los casos de desaparecidos

Fuente: elnortedecastilla.es


El experto, un agente destinado en Valladolid, acude como ponente a la comisión creada para estudiar los actuales protocolos


El Seminario de Investigación de Personas Desaparecidas, que reunió en noviembre en la capital a los principales expertos nacionales en la materia, fue el germen del que nació la iniciativa de la asociación de familiares de desaparecidos sin causa aparente Inter-SOS que ha desembocado en la creación de una comisión especial en el Senado sobre la materia (el 23 de abril). 


Su misión pasa por estudiar y mejorar los protocolos de actuación ante un problema que sufren 14.000 personas cada año en el conjunto del país y cerca de 300 en la provincia. Los 26 miembros de la comisión, entre los que figuran el exministro Juan Alberto Belloch (PSOE) o Iñaki Anasagasti (PNV), han escuchado ya la opinión de un buen número de expertos –policías, catedráticos, jueces, forenses...–. Y el lunes le tocó el turno al secretario de la Sociedad Española de Criminología y Ciencias Forenses (SECCIF), Antonio Cela, un policía nacional destinado en Valladolid y responsable de la organización del seminario celebrado el año pasado en la ciudad.


El criminólogo llevó al Senado una batería de propuestas «legislativas, asistenciales o de investigación» para establecer no solo mejoras en la búsqueda policial o judicial de los desaparecidos sino también para «poner en marcha protocolos de atención a los familiares que sufren estos casos y para crear la figura jurídica del desaparecido». Esta última cuestión, según explica el propio ponente, vendría a regular y revisar los actuales plazos, de diez años, para dar por fallecido al ausente y alcanzaría también «al ámbito laboral o económico, así como del derecho de Familia, herencias...».


El objetivo del decálogo, elaborado por la Sociedad de Criminología, pasa por «minimizar el dolor que sufren las familias y agilizar los protocolos de investigación policial, judicial y legal que afectan al tratamiento de las desapariciones de personas sin un motivo aparente», resume Antonio Cela, que acudió el lunes a la cita acompañado del forense, también afincado en la capital, y secretario de SECCIF, Aitor Curiel.


Y, ¿qué se puede mejorar? Pues a juicio del especialista, «muchas cosas». Cela reconoce que hay carencias, en el caso de Valladolid, como la «falta de perros adiestrados en la búsqueda de personas –sí los hay de explosivos y drogas–» o, en general, en el hecho de que «solo se activa una investigación criminal si hay indicios de delito». Eso además de destacar la «ausencia de equipos de psicólogos especializados en este área para atender a las familias o de una oficina que centralice la información que deben recibir para estar al tanto del proceso de búsqueda».


Estas y otras propuestas, como la elaboración de una guía de ayuda a los afectados o la reivindicación de la figura del criminólogo en la investigación, forman parte de un decálogo de propuestas elaborado por la Sociedad de Criminología y que la «comisión del Senado pretende incorporar a sus conclusiones». 


Un decálogo de propuestas

El decálogo incorpora, además, la petición de crear un «protocolo de colaboración de las instituciones del Estado con los medios de comunicación –inexistente en la actualidad– como mecanismo de ayuda útil en la resolución de estos casos», explica el criminólogo, que relató ante los miembros de la comisión del Senado el caso de un vallisoletano, José Zarzo, que desapareció en 2007 y al que la familia acabó buscando por su cuenta en el río Cega a su paso por Viana ante la falta de medios oficiales para realizar esta labor. El tiempo les dio la razón, su caso ocupó varias páginas de este diario y, al final, se reactivó la búsqueda hasta localizar su cuerpo cerca de aquel punto.


«Lo que hemos reivindicado ante el Senado es la función social de los medios de comunicación serios y su utilidad en este tipo de casos cuando se puede facilitar información oficial –fotografías, perfiles...– que ayude a la investigación», resume el secretario de SECCIF. Que así sea está ahora en manos del Senado.

Desaparecidos sin dejar rastro


La asociación de familiares de personas desaparecidas Inter-SOS pide ha pedido hoy a los medios un trato decoroso y más espacios para tratar este problema social.

  • Cristina salió de su casa en Cornellà de Llobregat la tarde del 9 de marzo de 1997. Tenía 16 años. Nunca volvió a su casa.
  • La pista de Ana Eva, licenciada en filología hispánica y profesora del colegio Santa Mónica de Palma, se perdió en la calle Aragón. Tenía 23 años.
  • Javier hacía senderismo el 6 de junio de 2007 cuando fue visto por última vez. Tenía entonces 36 años.
  • Óscar vestía pantalón corto y botas de montaña. Llevaba una mochila negra con una franja amarilla y entrenaba para hacer el Camino de Santiago. Desapareció el 2 de agosto del 2006. Tenía 77 años.

Cuatro historias elegidas al azar de las muchas que recoge la Asociación de familiares de personas desaparecidas sin causa aparente Inter-SOS, que hoy ha lanzado una petición de ayuda y ética a los medios de comunicación.

 

A través de su presidenta, Flor Bellver, esta asociación ha exigido durante una intervención en el Senado un tratamiento "ético y decoroso" de las desapariciones a los medios de comunicación y, en especial a las televisiones. "Un minuto de oro en televisión es a veces una trampa", ha dicho Bellver en la comisión especial creada en el Senado para el estudio de la situación de las personas desaparecidas.

 

CASOS DE ALTO RIESGO

Constituida hace 15 años y creada por un grupo de personas con familiares desaparecidos, la asociación se encarga de seguir los casos de personas desaparecidas por causa forzosa -extorsión, secuestro, violencia doméstica u otros delitos- las desapariciones involuntarias -generalmente producidas por enfermedades mentales- y las accidentales.

 

Seres queridos como los de cualquier familia que un día desaparecen sin dejar rastro. Aunque Inter-SOS reconoce la labor de casi todas las fuerzas de seguridad del Estado -todavía no colabora con la Ertzainta-, pide una mayor implicación de las policias locales y también que que se modifique la calificación de los casos de alto riesgo para que, además de incluir a los menores desaparecidos, considere así los casos de incapacitados mentales o ancianos con discapacidades cognitivas.

 

Respecto a los medios de comunicación, dos peticiones: responsabilidad social y trato decoroso -"no todo vale"- y un espacio dedicado a los desaparecidos en los medios públicos.

 

Fuente: Gaceta.es


Inter-SOS personas desaparecidas e Interior firmarán un convenio para protocolizar el tratamiento de casos


La presidenta de la Asociación de familiares de personas desaparecidas sin causa aparente Inter-SOS, Flor Bellver Fernández, ha adelantado que firmará un convenio con la Secretaría de Estado de Seguridad, perteneciente al Ministerio de Interior, para protocolizar este tipo de casos, de forma que la gestión de los mismos no se vea afectada por los cambios de gobierno.

 

Así lo ha avanzado este lunes ante la Comisión Especial para el estudio de la problemática de las personas desaparecidas sin causa aparente del Senado Bellver Fernández. Esta comparecencia se suma ya a las producidas la semana pasada sobre el mismo tema por ejemplo por el director general de la Policía, Ignacio Cosidó.

 

Este convenio contemplará la difusión de casos, quién es el interlocutor, así como la formación para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado; "en definitiva se trata de colaboración permanente", ha detallado Bellver.

 

Durante su comparecencia, ha lamentado que la desaparición de personas resulta un "problema muy complejo" y por ello apuesta por mejorar en la eficacia de la búsqueda, en las responsabilidades de la Justicia ante este problema, así como el tratamiento que se le da desde los medios de comunicación.

 

"Hay que proteger a las familias porque están en situación de vulnerabilidad y se les reclama desde los medios de comunicación muchas veces sin buenos fines", ha lamentado.

 

TIPOLOGÍAS DE DESAPARICIONES

 

En este contexto, Bellver ha precisado que las desapariciones forzadas pueden darse debido a un delito de violencia de género o ante un secuestro por ejemplo, mientras que las voluntarias se corresponden con casos de personas con discapacidad, enfermedades mentales que se marchan inconscientemente, así como por accidentes de tráfico.

 

A su juicio, es necesario hacer un homenaje a las familias que tienen a alguno de sus miembros desaparecidos porque "con muchísimas dificultades" intentan ayudar a los que vienen después y, en muchos de los casos, se sabe que poco.

 

Según ha avisado, hay poco apoyo social ante situaciones muy complicadas, y no sólo se trata de un problema policial, sino que también tiene que ver con el dolor psicológico, que es permanente ante la ausencia y la impotencia que esa situación conlleva. "Un estrés crónico que no se puede solventar en el tiempo y que hace que muchos familiares enfermen", ha apuntado.

 

De hecho, resalta que en todo el territorio no hay los mismos medios y, en función de la comunidad autónoma en la que residas, "igual tienes más suerte que en otra".

 

En este punto ha puesto de relieve que hay laboratorios de ADN con unas listas de espera "interminables" y considera que deberían incluirse en la base de datos de las personas desaparecidas y restos humanos los casos antiguos, dado que hay casos sin resolver desde hace más de 15 años.

 

Al no tratarse de un delito, critica a su vez que las "víctimas" no tengan derecho a ser recibidos en las oficinas de atención a las víctimas, al mismo tiempo que cree que se necesitan jueces "más receptivos" y que expliquen más las cosas a las familias.

 

Fuente: Europapress.es

Fuente: diariosigloxxi.com


Familiares de desaparecidos exigen a los medios un trato ético y decoroso


La presidenta de la Asociación de familiares de personas desaparecidas sin causa aparente Inter-SOS, Flor Bellver, ha exigido hoy a los medios de comunicación, y en especial a las televisiones, un tratamiento "ético y decoroso" de estos asuntos.

 

"Un minuto de oro en televisión es a veces una trampa", ha dicho Bellver en la comisión especial creada en el Senado para el estudio de la problemática de las personas desaparecidas, donde ha comparecido para explicar el trabajo de Inter-SOS, constituida hace 15 años, con las familias de esas personas.

 

Bellver ha querido apelar a la "responsabilidad social" de los medios de comunicación y ha pedido a los públicos que busquen un espacio para la problemática de las personas desaparecidas, pero siempre desde un tratamiento "decoroso" porque "todo no vale".

 

La asociación trabaja con las familias de personas desaparecidas forzosamente por haber sido víctimas de algún delito, como violencia de género, extorsión o secuestros; con las involuntarias, que se producen generalmente por enfermedades mentales; y con las accidentales.

 

Bellver ha valorado el trabajo que llevan a cabo los miembros de prácticamente las fuerzas de seguridad con las que Inter-SOS colabora -todavía no lo hace con la Ertzaintza-, aunque ha echado en falta una mayor implicación de las policías locales.

La representante de esta asociación ha aprovechado su intervención para pedir que se modifique la calificación de los casos de alto riesgo para que, además de incluir a los menores desaparecidos, se consideren así casos como incapacitados mentales o ancianos con discapacidades cognitivas.

 

Fuente: Elcorreo.com


Y si un día...

Fuente: farodevigo.es


El rescate con vida de tres jóvenes desaparecidas una década antes en la casa de los horrores de Cleveland causa un efecto contradictorio en las familias que desde hace años esperan que su caso se esclarezca en España, de ellas 66 en Galicia. Suman ese 8% de causas sin resolver de las casi 30.000 denuncias presentadas en los últimos dos años. La psicóloga Flor Bellver, presidenta de Inter-Sos explica que por un lado les da esperanza -¿por qué no pueden seguir vivos?-, pero por otro aumenta la angustia: "En EE UU y con medios no fueron capaces de resolver el caso en 10 años"


El dramático caso de Amanda Berry, Gina De Jesús y Michelle Knight, secuestradas cuando eran adolescentes en Cleveland (EE UU) y sometidas durante años a una brutal cautividad como esclavas sexuales, o el de la joven austriaca Natascha Kampusch que permaneció más de ocho años prisionera hasta que el 23 de agosto de 2006 logró fugarse, aportan un hilo de esperanza a las 328 familias españolas que viven la angustia de las desapariciones sin causa aparente. Si la casa de los horrores se ha convertido en lugar de peregrinación para las familias de otros desaparecidos en Estados Unidos, en España supone "una inyección de confianza para las familias de las víctimas que luchan porque no caigan en el olvido ni se abandone su búsqueda con el transcurso del tiempo", explica la psicóloga Flor Bellver, presidenta de Inter-Sos, la asociación de ayuda a familias de desparecidos. "Algo así provoca sentimientos encontrados, también mucha impotencia", advierte en alusión a las alertas que los vecinos dieron al ver a jóvenes desnudas encadenadas en el jardín pero que quedaron en nada porque cuando la Policía fue a la casa no les abrieron y nunca la registraron.


La crónica de ausencias involuntarias en España está plagada de múltiples casos aún sin resolver, si bien en lo que se refiere a menores la mitad de ellos se han fugado de casa y suelen aparecer, a tenor de los datos de la fundación ANAR, que gestiona junto con la Policía el teléfono único de la Unión Europea para menores desaparecidos, el 116000. El resto -salvo excepciones- corresponden a "secuestros" de algún progenitor.


El caso de los pequeños Ruth y José desaparecidos en Córdoba fue el último que conmovió a España, aunque finalmente resultó ser un macabro doble homicidio del que ha sido acusado su padre. Pero hay otros niños y adolescentes que se desvanecieron sin dejar rastro para cuyas familias las liberaciones de Cleveland suponen un pequeño punto de apoyo para afrontar los momentos más negros, a tenor de la reflexión de la psicóloga Flor Bellver.


Es el caso de David Guerrero, el niño pintor de Málaga, desaparecido el 6 de abril de 1987 a unos 150 metros de su casa camino de un autobús al que no se subió; de Cristina Bergua Vera, de 16 años, cuyo rastro se pierde en marzo de 1997 en Cornellá. Josué Monge, de 13 años, desapareció el 10 de abril de 2006 en Dos Hermanas, Sevilla y quince días más tarde lo hacía su padre. La pista de Sara Morales, de 14 años, se pierde en julio de 2006 en Las Palmas de Gran Canaria y Yeremi Vargas, de 7 años, desapareció en marzo de 2007, al igual que Amy Fitzpatrick, de 15 años, vista por última vez en Mijas, Málaga.

En Galicia los niños no son víctimas habituales, pero los tres últimos desaparecidos, que se remontan a los años 90, acabaron en tres ataúdes blancos: José Antonio Paulos, de 12 años, (Vilagarcía 1991); Manuel Brión, de 14 años, (Boiro 2004) y Eva Lavandeira, de 5 años, (Vimianzo).

Marina Villar con una foto de su hijo Daniel, desaparecido hace ya 12 años en Vigo.
Marina Villar con una foto de su hijo Daniel, desaparecido hace ya 12 años en Vigo.

El ourensano Guillermo Collarte (desaparecido a los 72 años en Valença do Miño en 1999 y la compostelana María José Arcos, de 32 años y desaparecida en 1996, son dos de los casos más mediáticos dada la lucha de sus familias por encontrar al menos sus restos, pues dan por hecho que fueron asesinados. "Vivir la incertidumbre de la ausencia es peor que la muerte", esgrimía Berta Collarte, hija del empresario. Algo en la que coinciden las familias de todos los desaparecidos.

Uno de los casos sin resolver más antiguos de Vigo es del joven Daniel Veloso, que desapareció el 17 de noviembre de 2001 en el alto de San Cosme. Era epiléptico y su madre, Marina Villar, lideró su búsqueda. Esta viguesa del barrio de Barreiro llegó a pagar de su bolsillo a unos chicos para que rastrearan el monte con sus perros. Nunca desfalleció para recordar que el caso de su hijo sigue abierto.

 

Otro enigma es el de la pareja de Cabral formada por Francisco Fernández Golpe y María Victoria Méndez. Su rastro se pierde el 3 de diciembre de 2004. La Policía encontró en su casa las maletas preparadas para irse al Pirineo y unos cien millones de pesetas en efectivo. Su coche apareció días después calcinado y tiroteado en el monte de A Risca. A los tres años se practicaron varios arrestos pero la causa se archivó.


Familiares de Francisco instaron en 2010 en el Juzgado Primera Instancia 2 de Vigo la declaración de fallecimiento de éste. El edicto recoge que "la última vez que se tuvo noticias de él es el 3 de diciembre de 2004 por una llamada telefónica efectiva en la que comunicaba a su familia que se iba de viaje, apareciendo el 8 de diciembre de 2004 su vehículo tiroteado, dándose evidencia de una desaparición violenta. Desde esa fecha no ha regresado a su domicilio ni se ha vuelto a tener noticias de él, ignorándose su paradero".

 

Sin su declaración de fallecimiento la familia se encontraba atada de pies y manos ante la imposibilidad de tocar el patrimonio mientras las deudas engordaban porque había que seguir pagando facturas. Las cuentas bancarias congeladas y la hipoteca pendiente acumulándose.

 

"Es muy grave que los desaparecidos no tengan derechos pero sí deberes. La administración vela más por sus bienes que por los propios desaparecidos. La declaración de fallecido va precedida por la declaración de ausente y es un trámite judicial caro. Hay que publicar edictos, personarse... Por eso queremos cambiar el Código Civil, por motivos humanitarios", expone Flor Bellver.

Flor Bellver: puede suponer "un balón de oxígeno" para las familias

En España hay miles de desparecidos, según el criminólogo Francisco Pérez Abellán podrían rondar los 12.000, y hay asociaciones como Intersos que se dedican a intentar que no se olviden esas personas. La presidenta de esta asociación de familiares de personas desparecidas sin causa aparente, Flor Bellver, ha comentado en Es Noticia el rescate de las tres chicas secuestradas durante más de una década en Cleveland, Ohio (EEUU).

 

Bellver, que además de presidenta de Intersos es psicóloga, ha contado que este tipo de noticias “tienen un efecto contradictorio” en el ánimo de los familiares. Ha afirmado que al estar “más de una década secuestradas”, “ver que las líneas de investigación no han llevado a donde estaban” y que los vecinos no vieran las “señales” significa que “algo no se hace bien”. Sin embargo ha destacado que para muchas familias puede suponer “un balón de oxígeno” porque “si han sobrevivido tanto tiempo desaparecidas” sirve para “continuar adelante”.

 

Un problema de “voluntad política”

La psicóloga y presidenta de Intersos ha hablado de los movimientos que se están haciendo para que se cree “una comisión especial” para “la búsqueda de personas desparecidas y ayuda a sus familias” en el Senado.

 

Flor Bellver ha señalado que al final “es un problemas de voluntad política” y que si los políticos “dedicaran más medios y presupuesto” se podría buscar a los desaparecidos “treinta días en vez de tres”. Ha afirmado que Intersos “no tiene queja de las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado” con los que trabajan “de manera permanente y conjunta”.

 

Desde la asociación están “permanentemente en contacto” con las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado. Flor Bellver ha contado que necesitan “más medios y atención global para las familias” y “mejores condiciones”. Además ha dejado el número de contacto de su asociación, 676 166 977, para que “cualquier familia con una persona desaparecida” llame. Ha indicado que tienen “pocos medios” pero ha anunciado que ponen “toda la experiencia” que tienen “a su disposición”.

 

Escucha la entrevista en este link: esradio.libertaddigital.com

INTER-SOS celebra el seu quinzè aniversari


Fuente: ElPrat.tv


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El duelo interminable


Hace unos años escuché al periodista, Francisco Pérez Abellán, pronunciar aquella frase que ya nunca volvería a olvidar, “la maldita lotería negra”, dijo. Le escuché en las III Jornadas de Personas desaparecidas sin causa aparente. Desde entonces hemos visto como esa maldita lotería ha engordado y seguirá engordando con más personas, que sin saber por qué desaparecen sin más y sin dejar rastro alguno.

 

Se calcula que hay alrededor de 14.000 personas en paradero desconocido en España, aunque no hay datos oficiales que confirmen si la cifra es superior o inferior año tras año. Inter SOS es la única asociación de desaparecidos que existe en nuestro país, desde su creación ha luchado mucho por conseguir grandes logros, como el cotejo de ADN, la unión de las bases de datos de los distintos cuerpos policiales, etc. Actualmente, no dan a basto, ofrece atención a 70 familias, sin apenas recursos y resignándose a no poder ayudar a más por la falta de subvenciones.

 

Cuando Cristina Bergua desapareció, el 9 de marzo de 1997, sus padres, Juan y Luisa, no quisieron quedarse de brazos cruzados y junto con los padres de Llum Valls, también desaparecida poco después, crearon Inter SOS. Gracias al tesón de unos padres valientes y de toda la asociación en 2010 el Congreso de los Diputados declaró el día 9 de marzo como “Día de los Desaparecidos sin causa aparente”.

 

En este reportaje que quiere conmemorar la memoria de todas esas caras, con nombres y apellidos, escucharán algunas de las historias que hay detrás. Hay muchas, y por desgracia desgarradoras. La desaparición de un ser querido es una herida abierta, un desconsuelo, una angustia, es una espera eterna.

 

Cristina Bergua Vera tenía 16 años cuando desapareció. Aquel 9 de marzo de 1997 por la tarde, iba a romper la relación con su novio Javier. Sólo una pista, una carta anónima que decía que la buscaran en el vertedero del Garraf. Los pocos recursos para peinar el vertedero y la inmensidad del lugar hicieron imposible encontrar su cuerpo. Su familia vive con la duda de saber qué pudo pasar.

 

Maria Teresa Rodríguez Alcalde desapareció en mayo de 1997, tenía 51 años. Desapareció en la montaña de Collserola cuando iba a buscar a su perro. Se hicieron batidas, pero nunca apareció. Su marido y sus hijos no han dejado de buscarla.

 

Ana María Martos Nieto tenía 32 años cuando despareció, en enero de 2004. Estaba atravesando una depresión a causa de una separación matrimonial. Se despidió diciéndole a su madre, Conchi, que quería desconectar, pero nunca volvió a saber nada más de ella.

 

Óscar Martínez Ramos desapareció en noviembre de 2009, tenía 37 años. El día anterior a su desaparición llamó a sus padres a la una de la madrugada, dijo que estaba bien, pero a la mañana siguiente ya no estaba en su casa. Se le vio por última vez en una gasolinera cerca de Els Hostalets de Balenyà.

 


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